Ya hemos visto en el artículo “Ventilación controlada en viviendas o edificios: razones de higiene y salud” la importancia de la ventilación controlada mecánicamente en un ámbito enfocado a razones de salud. En este artículo vamos a definir las razones enfocadas a la eficiencia energética.
En las viviendas o edificios passivhaus se intentan reducir lo máximo posible las pérdidas energéticas por lo que se diseña y ejecutan aislamientos térmicos mas eficientes, se diseña y ejecuta un edifico hermético con el control de las infiltraciones de aire y se diseña y ejecuta una ventilación mecánica controlada. En todo caso el usuario de una vivienda passivhaus puede abrir las ventanas y ventilar cuando desee aunque no es necesario.
La ventilación controlada tiene una virtud muy interesante que es la recuperación del calor.
El recuperador de calor aprovecha gran parte de la energía del aire que se expulsa para aportar esa energía al aire que se introduce. Estos recuperadores se caracterizan por el rendimiento en la recuperación de calor. Por ejemplo un recuperador de calor con un rendimiento del 100% significa la recuperación total de la energía (temperatura en este caso). Este tipo de recuperadores hoy en día no existen en el mercado. Para viviendas la mayoría oscilan en valores de recuperación entre el 75% y el 95%.

En el siguiente gráfico se muestra un estudio realizado por el Passivhaus Institut en el que se monitorizaron viviendas en diferentes ciudades para comparar como afectan las estrategias de ventilación con recuperación de calor a la demanda de calefacción.

La línea horizontal muestra el rendimiento del recuperador de calor y la línea vertical muestra la demanda de calefacción. Estudiemos varios ejemplos:
- En una ciudad como Madrid sin recuperador de calor, en una vivienda tipo, estaríamos en una demanda de calefacción en invierno de 28 Kwh/m2a. Con un recuperador de calor con un rendimiento del 80% la demanda de calefacción se situaría en torno a los 18 Kwh/m2a.
- En una ciudad como Sevilla sin recuperador de calor, en una vivienda tipo, estaríamos en una demanda de calefacción en invierno de 12 Kwh/m2a. Con un recuperador de calor con un rendimiento del 80% la demanda de calefacción se situaría en torno a los 4 Kwh/m2a.
En ambos casos la diferencia en demanda de calefacción es proporcionalmente grande por lo que la instalación de un recuperador de calor se convierte en un alto ahorro económico.
En climas en el norte de España es especialmente interesante la instalación de un recuperador de calor ya que su funcionamiento en invierno será óptimo.